Al decir estas palabras, la
la
, se le
la voz en la garganta y
a sollozar fuertemente. Lolita se la
mirando un buen rato, con ojos
, el semblante
y las cejas fruncidas; por
se
repentinamente y fue a reunirse con sus amigas que estaban algo apartadas formando un grupo. La vi agitar los brazos en medio de ellas narrando, al parecer, el suceso con vehemencia, y
que algunas
se
de sus ojos, sin que por eso perdiesen la
dura y
.
sentada, con la cabeza baja y ocultando el rostro entre las manos....
El sol se
retirado ya del paseo, aunque anduviese
por las ramas de los
y las fachadas de las casas. El
estaba ya lleno de gente.
( A. Palacio Valdés - fragmento )