Al cabo se detuvieron ante una pequeña puerta pintada de rojo, en un muro desbordante de glicinas en flor. El mago
la puerta y una rana color de polvo
de un salto. El africano
en el
, abandonado y lleno de malezas, de rosas secas y de frutas
podridas en las ramas, y se
cansado, en el borde de piedra de una fuente. Un hilo de agua
del
de bronce. Aladino
se detuvo y se
sobre la hierba a los pies del mago.
-Muchacho -dijo este-, no cabe duda que
cansado. Descansemos
un momento y seguiremos luego nuestro paseo, pues
nos falta lo
hermoso.
Aladino
el saquito y
dentro
, mandarinas y una torta, y ambos comieron lentamente, en el silencio de la tarde estival. Mientras
, el mago dio sabios consejos a su sobrino.
Aladino
con la cabeza, mientras devoraba las frutas y la torta, pero sus ojos
el vago vuelo de una mariposa y sus
el canto del sapo, y de un cuco posado en lo alto de un
. El mago se
y de nuevo emprendieron su camino.