Blancanieves - 1

Era  un día de invierno y todo estaba cubierto de nieve cuando aquella reina tuvo una hija cuyos ojos eran azules como el mar, su pelo rubio como el trigo y su piel blanca como la nieve y por eso decidieron llamarla Blancanieves.

Sin embargo, la bondadosa reina murió cuando Blancanieves acaba de cumplir los nueve años y pocos años después, el rey volvió a casarse con una mujer tan hermosa como malvada. Esta mujer era en realidad una bruja muy poderosa que tenía un espejo mágico al que le preguntaba todos los días:

—Espejito, espejito: ¿quién es la mujer más guapa de este reino?

—Tú, mi reina. Tú eres la mujer más hermosa de todo el reino.

Cuando Blancanieves cumplió quince años ya era tan bella como una rosa, y la malvada reina le preguntó a su espejo mágico lo mismo que tantas otras veces, esperando la misma respuesta, pero este le respondió:

—Tú, mi reina, sigues siendo muy hermosa pero aún lo es más Blancanieves vuestra hijastra.

La malvada reina se puso celosa y ordenó a un cazador que matara a su hijastra Blancanieves en el bosque y, para asegurarse de que cumplía su orden, le exigió que le trajera el corazón de la inocente y dulce Blancanieves.

El cazador llevó al bosque a Blancanieves pero al verla tan dulce y hermosa, no cumplió su tarea. Abandonó a la joven en el bosque, y le llevó a la malvada reina el corazón de un ciervo que luego fue cocinado por el cocinero real y comido por la cruel reina.

En el bosque, Blancanieves descubrió una pequeña casita en medio del bosque que pertenecía a siete enanitos y decidió entrar para descansar.

—Puedes quedarte con nosotros pero tendrás que hacer todas las tareas de casa – dijo el enano Barba Blanca.

Mientras tanto, la reina malvada le preguntó a su espejo:

—Espejito, espejito: ¿quién es la mujer más guapa de este reino?

—Tú, mi reina, sigues siendo muy hermosa pero aún lo es más Blancanieves que vive en el bosque en casa de los enanitos.

(Adaptación)Texto disponible bajo la Licencia Creative Commons. Imágenes: pixabay.com

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